10 de octubre de 2013

La sabiduría del bosque

El árbol es en esencia, una figura arquetípica del inconsciente. Se vincula con la persona por su similitud con el cuerpo, cuando está erguido sobre la tierra. Tanto sus pies, piernas y brazos representan respectivamente las raíces, tronco y ramas del árbol, siendo asociada la cabeza con el follaje, y los frutos con las ideas. Su representación gráfica, ayuda a los psicólogos a detectar las relaciones que existen entre el Ello, el Yo y el Súper-Yo, elementos constituyentes de la verdadera esencia de quien lo ha dibujado o elegido entre varios. Esto se debe a que el árbol “toma” la personalidad del autor y nos deja entrever los elementos constitutivos de su riqueza interior. Es tradición en los campesinos al momento de plantar un árbol, colocar a su lado un tutor o guía, que asegura el recto crecimiento de ese endeble vástago. De la misma forma, preparan la taza y humedecen las raíces. Con el correr de los años, los cuidados se mantienen, pues el campesino sabe que ese árbol está vinculado con él, en una relación de interdependencia. Una vez adultos, los árboles se relacionan íntimamente a través de sus raíces, formando verdaderas redes neuronales. Es cuando el campesino comienza a escuchar las voces no habladas: el sonido del pasto al beber el agua, el sonido de los pétalos de una flor que saludan al sol o simplemente el sonido del árbol cuando busca su alimento. Hoy, lamentablemente en Chiloé vemos como los árboles nativos de la selva valdiviana, son arrasados y trasladados en camiones rumbo a las empresas de celulosas, dejando los montes vacíos de saber, silenciosos y desarraigados de las nubes con las cuales se alimentaban. Un ciclo se altera y la naturaleza enferma. Con los bosques se van los murmullos de sus voces calladas. Es entonces cuando el campesino pierde a sus maestros y el país, a sus gobernantes... y ¿por qué a sus gobernantes? Según la bella metáfora sobre los sonidos del bosque, del gran Maestro Chino Pan Ku del Tercer milenio A.C., comprendemos que cuando un gobernante aprende a ESCUCHAR con atención el corazón de las personas, se vincula con sus angustias, dolores y necesidades calladas, con las demandas no pronunciadas. Es decir se vuelve interdependiente de su gente, y solo asi genera las confianzas necesarias para fortalecer las comunicaciones. Entonces, todo se vuelve claro para él, nace la comprensión y esto trae de la mano las soluciones a los problemas. En caso contrario, los gobiernos terminan mal, porque no penetran el alma de su gente y solo escuchan los groseros sonidos de la ambición y el poder.
Por Avedelsur

14 de enero de 2013

¿Qué debo hacer para observar mi mente?

1° Comprender que el apego y la mente desenfrenada nos esclaviza. 2° Descubrir como nos oprime esa mente, para hacerla desaparecer.
¿Aparentemente sencillo verdad? El mundo se nos presenta según como lo piensa la mente… un día es bello y al otro es un infierno; pero no es el mundo el que cambia. Nuestra mente dirige la vida y la hace ir de arriba a bajo. Buscamos objetos o personas que nos satisfagan pero nunca es suficiente y al final terminamos mas desdichados e insatisfechos porque aquello que buscamos esta en nuestra mente. Por eso debemos despertar la mente, implicarnos en el autoanálisis, y examinar nuestras actitudes mentales. Para ello no necesariamente se requiere de una religión. Bueno, pero ¿cómo examino mi vida?, ¿cómo observo mi mente?... Si estas bien, no tendrás el mas mínimo interés el hacerlo, por el contrario, si se presenta un problema, llegará la anhelada oportunidad de liberarte, por eso recibe los problemas diarios con una actitud alegre, pues ellos encierran las claves de tu liberación. Identifica el problema y analízalo. ¿Por qué crees que es un problema? ¿Qué te hace suponer que sea así? ¿Qué clase de mente siente que es un problema? Tu trabajo es un problema?, o ¿tu esposo (a)?, o ¿tus hijos (as)?... ¿quizás tu auto te da problemas? Sea lo que sea, te sientes infeliz, insatisfecho. Entonces te preguntas…¿qué es la satisfacción para mi? ¿qué es lo que me hace verdaderamente feliz? Para responder a esto, practica la mediación analítica. Examina tu vida desde la niñez, hasta el presente. Veras que tu mente ha cambiado mucho y quizás así puedas descubrir lo que realmente te hace feliz. Examina bien el propósito de tu vida. ¿Por qué estás aquí? ¿Para ser apreciado? ¿Para hacerte famoso? ¿Para acumular posesiones? ¿Para resultar atractivo a otros? Analízalo por ti mismo y verás. ¿Cómo debes examinar tu mente? Observa sólo como percibe o interpreta cualquier objeto con el que se encuentra. Observa qué sensaciones surgen –agradables o desagradables–. Después analiza: “Cuando percibo este tipo de visión, surge esta sensación, aparece esta emoción; discrimino de este modo, ¿por qué?”. Así se analiza la mente; no hay que hacer nada más. Es muy sencillo.

25 de diciembre de 2011

Educar para la Bondad, la Verdad y la Belleza:


La Axiología, corresponde al estudio de los valores; una disciplina que ya no se observa en los planes y programas académicos de muchas pedagogías, salvo en el estudio de la Ética. Pues bien, el estudio contemporáneo de la teoría axiológica, nos plantea que tanto el escepticismo como el relativismo de este mundo intercultural, han alejado al hombre de una visión orientada a los valores esenciales del Ser: la Verdad, la Bondad y la Belleza, aspectos inherentes al desarrollo espiritual de todas las culturas.

Hemos perdido el conocimiento y la certeza de nuestra profunda vinculación con el Universo. Nos hemos extraviado y carecemos de un mapa para retornar a las fuentes del saber. Esa tarea queda en manos del despertar espiritual, pero en una sociedad escéptica, este corpus de conocimientos se nos presenta como algo ajeno al modelo de hombre exitoso que la publicidad ha consolidado. Debemos encontrar el sentimiento de entusiasmo por la Verdad y lo Verdadero, esa euforia que nos impulsa a la búsqueda del saber.

La Educación actual no nos aporta este entusiasmo, pues el conocimiento viene digerido y encapsulado. Los alumnos no buscan el saber, no quieren conocer; ellos van a las aulas a que se les “enseñe”. No van a aprender. No van acompañados de una actitud proclive al aprendizaje, porque su mente no está educada para ello. El problema es que nadie nos “enseña” a desarrollar una mentalidad disciplinada. No sabemos pensar ni logramos dominar nuestra mente para que deje de pensar. Sin un líder, un Yo superior, sólido y permanente, la mente egótica nos piensa de acuerdo a nuestros sentimientos egoístas, los que a su vez no se corresponden con nuestros sueños y anhelos. Nos falta la Bondad.

Quien no aprenda a sentir y a emocionarse con aquello que anhela, no podrá generar pensamientos afines a sus sueños. ¿Pero…cómo soñar si la mente solo recibe información inmediata que requiere decodificación continua? La mente carece del filtro necesario para sintetizar el conocimiento que nos hace falta, la pieza del rompecabezas que necesitamos para reorganizar el mundo desde nuestra perspectiva. No nos han educado para trabajarnos una mentalidad sintetizadora, sino una mentalidad expansiva, en continuo crecimiento, mentalidad que termina colapsando al sujeto y forma neuróticos en potencia.

Para alcanzar esa capacidad de síntesis, debemos aplicarnos a desarrollar una mentalidad creativa, y nuevamente nos encontramos con otro obstáculo: La educación actual mata la creatividad y nos aleja de la belleza.

¿Y entonces qué nos queda? Pues, volver a los valores generales: La Verdad, la Bondad y la Belleza; las tres caras de la divinidad. La materia de la que están formados los sueños. Para acercarnos a ellos, debemos cultivar una mentalidad respetuosa y ética, que actúe conforme a sólidos principios y que busque el bien común.

Los Sentimientos disparan pensamientos y estos “liberan” emociones. Finalmente estas emociones se traducen en acciones. Las acciones repetitivas, se transforman en Actitudes. Por eso la actitud es el aroma de tu corazón.

Por Avedelsur.

23 de octubre de 2011

Resabios del Relativismo Intelectual en pleno siglo XXI:


La arrogancia del homo sapiens, plantea que es el intelecto del hombre el que determina la medida para cada ser. Dicho de otro modo, para que el conocimiento del hombre sea verdadero, éste no debe someterse a la realidad, al “ser y medida” de cada cosa. Es el hombre el que determina dicha medida y verdad. Esto ya lo afirmaba Protágoras en su tesis: “El hombre es la medida de todas las cosas...”
Pero si esto es así, entonces ¿cuál es el criterio que ha de garantizar al hombre la objetividad y universalidad de la Verdad?
¿Puede el ser humano decidir cual es la verdad respecto a sus actos, sean estos buenos o malos?
Si la moral es la ciencia que estudia la bondad o maldad de los actos humanos, decimos que debe existir una verdad sobre los mismos. Si fuese así, entonces el hombre debiera adecuarse a esa verdad con humildad y respeto y no pretender acomodarla a su conveniencia. Más aún, si analizamos la influencia que ejerce la Moral en la conformación de la Ciencia Política, descubriremos que algo no está bien en las actuales democracias, y que la causa es el acomodaticio relativismo intelectual, que está al servicio del Ego y no del Ser.
Hay que aspirar a un conocimiento de la persona humana que sea integral y veraz. Por ello la perfección, el desarrollo, la plenitud y trascendencia, la capacidad de amar y la propia felicidad, pueden ser esos criterios necesarios para determinar la naturaleza bondadosa de los actos humanos. Actos que conducen al bien y se oponen a la destrucción, al caos y la aniquilación. Pero ¡cuidado!, los conceptos basados en posturas extremas nos inducirán a visiones extremas de la naturaleza humana. El hombre no es sólo materia; pretender juzgar sus actos desde esa perspectiva nos conducirá a valorar sólo aquellas acciones que desarrollen al hombre materialmente. Por el contrario, si mi concepto del hombre es únicamente de un ser espiritual, daré un juicio de valor positivo sólo a las acciones que lo desarrollen espiritualmente.
Seamos honestos, el ser humano es una totalidad mayor, un ser integral que descansa en su propia moralidad. Es este marco regulatorio el que permite la continuación de la vida en el planeta, pues si acabamos con las normas éticas y con los derechos humanos, vamos en camino de acabarnos los unos a los otros, y esta destrucción comenzará por generar un vacío existencial, que nos alejará de la vida, de la plenitud y de nuestra propia felicidad. ¿Y todo por qué?...Por ser desleales con nuestra verdad. Por creernos el centro del universo y por miedo al encuentro con nosotros mismos.
Por Avedelsur

22 de octubre de 2011

Reflexiones en torno al "Libro Verde"



"El instrumento de gobierno es el principal problema político al que se enfrentan las comunidades humanas. El problema del instrumento de gobierno implica preguntas del siguiente tipo: ¿Qué forma debe asumir el ejercicio del poder? ¿Cómo debe organizarse políticamente la sociedad en el mundo moderno?"
...Todos los sistemas políticos del mundo de hoy son un producto de la lucha por el poder entre instrumentos alternativos de gobierno. Esta lucha puede ser pacífica o armada, como se evidencia entre las clases, sectas, tribus, partidos o personas. El resultado es siempre la victoria de una estructura de gobierno en particular - ya sea la de un individuo, grupo, partido o clase - y la derrota del pueblo, la derrota de la democracia genuina."

"El Libro Verde" de Muamar el Gadafi

Las formas democráticas de representación popular, están siendo seriamente cuestionadas por los pueblos, que ven en ellas una coherción a la libertad individual. Aspectos como la educación, la distribución de la riqueza, y el cuidado al medio ambiente reflejan una falta increíble de respeto a los derechos básicos del hombre. Por ello creo que hoy mas que nunca se hace necesario replantear los modelos de "Hacer Política" orientándolos a una Democracia que se gobierna a si misma a través de asambleas populares. Es lo que el movimiento de los indignados sin saberlo está generando: Sociedades Autosupervisadas...de lo contrario me pregunto ¿qué partido político tiene el derecho de supervisar a la sociedad en sus desviaciones?
Las masas desean la libertad de Gobierno y si no nos preocupamos de generar mecanismos participativos del pueblo, la sociedad globalizada de consumo se verá envuelta en una rebelión que dará paso a la Anarquía.

29 de agosto de 2011

Los principios democráticos:


Libertad, Igualdad… ¿Fraternidad?

Se define a la Política como aquella actividad orientada ideológicamente, a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos.
Desde tiempos inmemoriales la actividad política ha buscado organizar el sistema social basándose en la estrategia de emplear el poder sobre los demás, ya sea por la fuerza o por méritos propios (Sabiduría). Este sistema político era propio de las sociedades primitivas o de los regímenes absolutistas, concepto que cambió con el advenimiento de la Revolución Francesa y sus principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, con los cuales se instauraron los conceptos democráticos, en donde la toma de decisiones responde a la voluntad general.
Sin embargo cabe la pregunta: ¿Después de dos siglos, cuánto hemos avanzado en estos conceptos?
Democracias abundan, pero también la corrupción político-administrativa que se mueve en todos los niveles. Entonces, ¿qué nos queda?
En una sociedad regida por el modelo neoliberal, polarizada y diferenciada por las leyes del mercado, la aplicación de los principios de libertad, igualdad y fraternidad, se vuelve un anacronismo. Siendo así, ¿Cómo evitar que la desigualdad derivada del ejercicio de la libertad, termine por hacer inoperante la igualdad de oportunidades?
Vemos entonces que si la libertad -por su propia inercia-, conduce a la desigualdad, la fraternidad operaría como una especie de antídoto. Ahora, sí que el lema Masón cobra su verdadero sentido; y es que únicamente resulta posible fomentar la igualdad y la libertad con la activa participación de la fraternidad, entendida esta como una relación entre iguales, es decir, entre hermanos que comparten un mismo origen, un mismo sentimiento: El Cariño que los lleva a estar juntos en momentos felices o desgraciados. Lamentablemente esto no pasa de ser una dulce utopía.
Según Kant, si nuestra conducta está motivada por fines egoístas, ella resultaría determinada de antemano, y por tanto no sería libre. En consecuencia, el hombre únicamente es libre cuando no actúa por cálculo egoísta, tampoco por instinto, y menos aún se deja arrastrar por la inercia de los acontecimientos, sino que actúa por deber. Al dejar el Ego a un lado, los individuos terminan siendo equivalentes.

!He ahí una forma de conciliar libertad e igualdad y preparar el camino a la fraternidad!

5 de junio de 2011

Tellus Mater, hominis sacra res…o la búsqueda de una Democracia Real:


No es novedad que los jóvenes se han manifestado en contra de apoyar los procesos democráticos en las sociedades más avanzadas. Hoy, estos mismos jóvenes que intentan organizarse a partir del caos inicial, ven con decepción que su falta de compromiso político, pudo afectar el resultado de los recientes comicios en España y que dieron por ganador a la Derecha.
En efecto, la mayoría de los concentrados en la plaza de la Escandalera de Oviedo por una «Democracia Real» lamentan la victoria de “Foro Asturias” en la Junta General y siguen sin entender que sucedió, pues este resultado, no se esperaba. Es que realmente se está generando una masa crítica en torno a los fundamentos éticos de la Democracia.
Hay indignación a nivel mundial a causa de un Estado insostenible que sólo se preocupa del hombre, desconectado de su entorno. Muestra una aberrante insensibilidad y falta de respeto por la tierra y por todo lo que ella naturalmente produce. Este desdén se traduce en aberraciones ecológicas, en genocidios culturales, y en políticas de desarrollo orientadas al crecimiento económico en desmedro del famoso y bien mentado “Desarrollo Sustentable”, un intento del modelo neoliberal de reconciliar los intereses económicos de unos pocos, haciendo más amigable la depredación de mares, campos y todo aquello que crece y se alimenta de la Madre Tierra.
No puede haber desarrollo sustentable mientras el hombre se considere cosa fundamental (Homo hominis sacre res), pues esta orientación solo lo vuelve más egoísta. En nuestros dias vemos con estupor que la naturaleza del hombre se define en este concepto: Homo hominis lupus: El hombre es un lobo para el hombre.

La verdadera cosa sagrada en el hombre, para el hombre, y por el hombre, es la tierra de la que depende su existencia: “Tellus Mater, hominis sacra res…”

Por Avedelsur